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Publicado el jueves 17 de noviembre de 2011
Tendría 64.000 millones en activos, frente a los 48.000 millones de Cajamar
A Ruralcaja se le ha acabado la paciencia. Y ha optado por adelantarse al Banco de España, que quiere que el Grupo Caja Rural (que reúne a todas las entidades del sector, excepto a las que prefirieron sumarse al Grupo Cooperativo Cajamar) avance definitivamente hacia su integración efectiva, y exige a éste que acometa la fusión virtual. Ésta se haría mediante la creación de un Sistema Institucional de Protección (SIP) con mutualización del 100% de los beneficios (algo que rechazan muchas de las entidades integrantes en el Grupo Caja Rural aunque sea una exigencia del Banco de España), y con el Banco Cooperativo Español (en el que participan accionarialmente todas las rurales) como sociedad cabecera. Las rurales del grupo aportarían al Banco Cooperativo Español sus participaciones en las otras dos sociedades: la informática RSI y la aseguradora RGA.
Propone un Sistema Institucional de Protección con el Banco Cooperativo Español como sociedad cabecera.
De aceptarse esa propuesta por el Grupo Caja Rural, que supone trasladar a éste el modelo implantado por Ruralcaja en CRM (integración de servicios centrales, sociedad de cabecera, mantenimiento de personalidad jurídica y marcas de las entidades), éste tendría unos activos totales de unos 64.000 millones de euros, de los que 11.000 millones son aportados por Cajas Rurales del Mediterráneo (CRM), una fusión virtual de una quincena de entidades de la Comunidad Valenciana liderada por Ruralcaja. La siguiente con más peso es la Rural de Navarra, con 7.200 millones. El principal competidor es la almeriense Cajamar, que con su propio grupo, formado por una decena de entidades, tiene un volumen de48.000 millones.
Una carta enviada por el presidente de Ruralcaja y de CRM, Eduardo Ferrer, a su colega de la Asociación Española de Cajas Rurales, Manuel Señorón, deja muy clara la voluntad de este grupo de adelantarse a las indicaciones del Banco de España. Ferrer recuerda que la reforma de los estatutos del Grupo Caja Rural, aprobada el 28 de octubre, con la creación de un sistema de colaboración cooperativa y de un acuerdo regulador de las relaciones económicas entre las entidades, como respuesta a la negativa del Banco de España a aceptar un SIP sin mutualización del 100% de los beneficios, "no sólo ha generado una fuerte división" entre las entidades que lo componen, sino que "no satisface las necesidades que la realidad de nuestro sistema crediticio y del entorno económico requieren".
Ruralcaja y, por extensión, CRM, quieren más. Eduardo Ferrer exige "soluciones alternativas auténticamente eficaces", ya que el rediseño del Grupo Caja Rural no basta. Y "resulta imprescindible buscar alternativas sin dilación alguna".
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